Camino en forma de tunel

Como ser un líder

La constancia, la empatía, y la capacidad de ver y valorar las fortalezas y debilidades de uno mismo, inclusive las del equipo al que lideras, son cualidades absolutamente fundamentales. El colectivo no es más que un conjunto de personas. Eso es, personas. Si no eres capaz de entender a cada persona por lo que es, no sabrás cómo motivar. Es más, no sabrás ni cómo ayudar a esa persona, ni cómo conectar con ella, ni mucho menos convencerla de nada.

Características de un buen líder

Según la RAE, líder es aquella persona que dirige a un colectivo. 

Aunque, si uno no es capaz de liderarse a si mismo, difícilmente va a poder liderar a nadie. 

Si no eres constante con lo que te propones, 

Si no eres disciplinado, 

Si no eres capaz de, a pesar de los imprevistos, seguir adelante,

Si no crees en ti mismo,

Será difícil de liderar.

Para ser líder, primero hay que liderarse a uno mismo, y para ello, es de especial utilidad tener un propósito. Tenemos un artículo que habla en detalle sobre este tema aquí.

Tener un propósito en la vida ayudará a combatir ese sentimiento de vacío existencial y dará una fortaleza interna incuestionable. 

En cualquiera de los casos, convendría ponerse metas. En el caso de estar empezando algo nuevo, mejor que sean pequeñas con el objetivo de:

1- Demostrarte a ti mismo/a que puedes lograr lo que te propones.

2- Hacerte más fuerte; sin duda, mejorarás tu autoestima a medida que vayas superando los objetivos.

3- Ser más feliz, ya que estás haciendo lo que realmente quieres hacer; crecerás como persona.

4- Dejar de culparte por procrastinar.

Cualidades de un buen líder

La constancia, la empatía, y la capacidad de ver y valorar las fortalezas y debilidades de uno mismo, inclusive las del equipo al que lideras, son cualidades absolutamente fundamentales.

El colectivo no es más que un conjunto de personas. Eso es, personas. Si no eres capaz de entender a cada persona por lo que es, no sabrás cómo motivar para liderar. Es más, no sabrás ni cómo ayudar a esa persona, ni cómo conectar con ella, ni mucho menos convencerla de nada.

Por lo tanto, sin empatía, no hay liderazgo.

En cuanto a la constancia, hemos de trabajar en la resiliencia, ya que deberemos de ser capaces de aguantar todos esos “golpes” que recibiremos.

Y en cuanto a conocerse a uno mismo y a los demás, nos ayudará para saber como complementarnos, en lo que flojee uno, ya habrá otra persona para cubrir esa debilidad y viceversa. De la misma forma, con nuestras fortalezas.

Liderazgo de equipos

Hasta ahora, hemos establecido los requisitos para ser un líder.

Bien. Ahora, veamos cómo liderar.

Compartiendo una misma misión y unos mismos valores.

Tener una sólida misión y unos sólidos valores, será un ancla al que apoyarse a la hora de tener imprevistos, o de establecer nuevos objetivos, ya que así, nunca perderemos de vista las bases del proyecto, y nos servirá de apoyo mental y emocional a la hora de tomar decisiones.

De la visión del proyecto, se encarga el líder, y esto no es más que traducir la misión en objetivos alcanzables.

Hay saber persuadir.

Si hemos llegado a este punto, damos por hecho que como líder:

  1. Tenemos una autoestima saludable, ya que nos ponemos objetivos y los cumplimos, y esto nos hace sentirnos fuertes, a pesar de los obstáculos.
  2. Vivimos con propósito. Hemos realizado un camino de autoconocimiento y sabemos qué nos hace sentir bien y qué no.
  3. Somos empáticos, nos entendemos y somos flexibles (compensamos fortalezas y debilidades).
  4. Somos constantes, resilientes.
  5. Además, tenemos una misión, con unos valores claros y sabemos comunicarnos con claridad.

Perfecto, estamos todos en el mismo barco. 

¿Y ahora por qué deberíamos de remar todos? 

Según Tony Robbins, hay dos tipos de motivaciones primitivas; las que tratan de evadir el dolor y las que tratan de acercarse al placer. 

Si en nuestro discurso como líder, somos capaces, no solo de saber explicar cómo se alejarán de ese dolor que tienen (vacío existencial, falta de propósito, falta de dinero, falta de amor propio), sino que también somos capaces de hacer ver que la meta es puro placer, lo que ellos y ellas estaban buscando, entonces, garantizado que todos remarán con ganas.

Liderazgo empresarial

Por lo tanto, en el caso de las empresas, es importante dejar claro en todo momento por qué es importante la labor de cada trabajador/a, y cómo sus trabajos, son un engranaje imprescindible para el correcto funcionamiento del equipo y de la empresa.

La motivación del empleado es directamente proporcional al grado de implicación del líder en las emociones del equipo y en sus habilidades para gestionarlas. En este sentido, como bien dice Mario Alonso en Madera de líder, el empleado espera lo siguiente:

  1. Compénsame bien por mi labor.
  2. Trátame bien.
  3. Demuestra que te importo: cuenta conmigo.
  4. Reconoce y utiliza mi talento.
  5. Ayúdame a ver el sentido de lo que hacemos.

Conclusión

El liderazgo no es mandar, sino hacer uso de ciertas habilidades e de la inteligencia emocional para mantener a un equipo feliz, unido y remando todos en una misma dirección, y así generar en todos, una satisfacción personal y profesional conjunta.

Es decir, todos esperamos sentirnos bien con lo que hacemos y saber que nuestro trabajo es útil para la organización. Consecuentemente, el trabajo del líder, entre otras cosas, será de hallar las fórmulas necesarias para lograr estos objetivos.

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