Silueta de persona

Coaching de vida

Profesiones como el coaching, ayudan a contrarrestar estos problemas. El objetivo del coach es ayudar a descubrir el potencial de las personas mediante el diálogo y mediante preguntas. De esta manera, y poco a poco, la idea es hacer pensar a la persona que asiste a la sesión (coachee) para que averigüe por si sola qué le motiva y qué pretende alcanzar, en base a sus propios valores.

Desde temprana edad, por lo general, en la familia y en la escuela, nos educan para no cometer errores; la educación suele basarse en un sistema de calificación numérica en la que trata de alejarse al máximo del suspenso. El pensar “fuera de la caja” rara vez se premia y por lo tanto, el pensamiento creativo, acaba escaseando.

El problema es que así, no desarrollamos un pensamiento crítico y acaba reflejándose a la hora de tomar decisiones y de liderar.

En la educación tradicional, no se presta atención a las emociones y valores de cada individuo: no nos educan para conocernos a nosotros mismos, ni para descubrir cuáles son nuestros valores, sino que, con frecuencia, los valores son impuestos.

Consecuentemente, cuando finalmente nos permiten elegir qué hacer con nuestra vida; el qué queremos estudiar al terminar la escuela o a qué nos gustaría enfocar nuestra carrera profesional, nos colapsamos. Y desgraciadamente, es normal; dieciocho años en la escuela, y poco nos educan para profundizar en nosotros mismos.

Coaching personal

Profesiones como el coaching, ayudan a contrarrestar estos problemas. El objetivo del coach es ayudar a descubrir el potencial de las personas mediante el diálogo y mediante preguntas.

De esta manera, y poco a poco, la idea es hacer pensar a la persona que asiste a la sesión (coachee) para que averigüe por si sola qué le motiva y qué pretende alcanzar, en base a sus propios valores.

La tarea del coach es que el coachee se adentre en sí mismo para conectar con su yo, y despejar todas las capas superficiales que impiden ver ese yo.

¿Disfrutas de tu trabajo y de tu vida actual?

Si la respuesta es no, sigue leyendo.

Claves del coaching

Trabajar la conciencia de uno mismo

Mediante preguntas, el coach trata de provocar que el coachee se cuestione su realidad, de que sea capaz de generar un pensamiento crítico y de que genere conciencia de si mismo. 

De esta manera, el coachee genera la conciencia necesaria para cuestionarse su propia realidad y así saber que debe de eliminar de su vida (malos hábitos, gente con personalidad tóxica) y qué debe de incorporar a su vida.

La habilidad de la responsabilidad

De nada servirá ser conscientes de saber que nos hace feliz, si no somos capaces de comprometernos a trabajar hacia ese camino.

Por ejemplo, si sabemos que deberíamos de adelgazar, ya que eso nos hará sentir mejor con nosotros mismos pero no trabajamos para lograr dicho objetivo, entonces, nos quedaremos a medio camino. 

Incluso es posible que nos genere ansiedad saber que no estamos haciendo nada para vivir la vida que nos hemos imaginado, y es por ello que herramientas como el mindfulness, nos pueda servir de ayuda.

El mindfulness

Gracias a la práctica de esta actividad, permitirá desarrollar en nosotros la magnífica habilidad de controlar nuestra atención, la cual, será absolutamente imprescindible a la hora de generar conciencia y responsabilidad.

Tras tan solo unos días, iremos desarrollando la habilidad de filtrar nuestras ideas e interiorizarnos en nosotros mismos; siendo capaces de reducir las distracciones en la vida.

Como resultado, nos podrá servir como herramienta para acelerar el proceso del coaching.

La estructura del coaching

El modelo GROW

Dentro de las sesiones de coaching, podemos observar varias etapas;

1- Objetivo (Goal): Tras desarrollar conciencia de uno mismo y haber descubierto nuestros valores, la idea es establecer un objetivo o varios, para mejorar nuestra realidad.

2- Realidad (Reality): Nuestros objetivos deben de ser realistas y alcanzables, por lo tanto, el conocerse uno mismo es importante a la hora de trabajar el primer punto.

3- Opciones (Options): El coachee acabará estableciendo diferentes opciones para alcanzar dicho objetivo

4- Voluntad (Will): Aquí se establecerá el qué, cuándo y quién, y la voluntad por lograrlo. Como decíamos antes, el sentido de la responsabilidad es fundamental.

Propósito de vida

Como dice Alberto Pena, carecemos de gestión personal y eso nos hace improductivos no en el sentido de producir más, sino de ser la mejor versión de nosotros mismos.

Las personas que trabajan en su propósito, no esperan a que los astros se alineen, sino que actúan en base a sus creencias. 

Por lo tanto, aquí tenemos dos puntos clave: actuar y creencias, y son dos conceptos que se trabajan de base en el coaching.

¿Cuál es nuestro sistema de valores? ¿En qué creemos? ¿Qué valoramos en la vida?

De no saber dar respuestas a estas preguntas, difícilmente podremos establecer unos objetivos. Para saber más sobre propósito, véase aquí.

El compromiso

Una vez hayamos sepamos qué queremos y cómo lo queremos lograr, y tras establecer unos objetivos a corto, medio y largo plazo, hemos de actuar, comprometernos a nuestra causa.

Eso es: nuestra causa = lo que nos hará feliz.

Que las actividades del coaching funcionen o no, depende de nosotros. Después de todo, el coaching, igual que el mindfulness, son herramientas que nos ayudan a mejorar. El cómo utilizamos dichas herramientas u otras, será clave para lograr nuestros objetivos.

En cualquiera de los casos, y para concluir, es importante desarrollar nuestra conciencia; cuestionar nuestra realidad, actuar en base a nuestros valores, establecer objetivos y cumplirlos, desarrollando la habilidad de responsabilidad y compromiso.

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